3 de marzo de 2012

CYCLADES (2 Marzo 2012)



La mesa lucía sus mejores galas, con tapete verde y todo; aunque como siempre no faltaron los platos y vasos por medio. En esta ocasión decidimos releer las reglas mientras acabábamos de cenar y Ramón se afanaba en colocar todos los componentes. La verdad es que nos sonaba casi todo, salvo alguna que otra acción.

Aquí se ve la disposición del tablero justo antes de empezar la partida. ¿Chulo eh?


Al comienzo todo fue muy poco a poco, cada uno iba "a su bola" tratando de conseguir más monedas de oro, pero nadie se atrevía a hacer ningún ataque.


Las tropas iban creciendo en número (sobre todo las de Nino), había ya un montón de barcos (sobre todo Ramón), yo tenía un montón de Filósofos y los demás un poco de todo. Pero todo cambió con EL CRACKEN!!! La madre que lo parió y la que se líó con el maldito bicho este.


Ramón tenía pasta pero no conseguía avanzar. Así que se dedicó a gastar la pasta en el bicho de marras y pasearse por el tablero hundiendo todos los barcos que encontraba a su paso.  Mientras tanto algunos ya habíamos conseguido nuestra primera Metrópolis y se habían convocado ya un montón de criaturas (Dios mío que friki suena todo esto!).


Esto animó al resto del grupo a dedicarse a putear al resto. Nino acumuló tropas y trazó un plan para hacerse con mi metrópolis y Antonio me quitó una cornucopia que tenía conquistada con un barco y Ramón otro. Esa fué mi perdición ya que en este juego si no tienes pasta y los demás sí, estás perdido.



Por aquél entonces las estrategias se empezaban a ver y la partida se convirtió en un infierno en el que, al mínimo descuido, alguien podía ganar.

Yo sólo necesitaba una carta de Filósofo, pero como no tenía pasta me propuse conseguir cartas de Dioses para abaratar mis apuestas (y Nino en la sombra).

Ana ya estaba muy dormida (01:00 de la mañana), pero estaba a dos cartas de Filósofo para ganar (y Nino en la sombra).

Antonio también estaba a dos cartas y luego a una de ganar con los Filósofos (y Nino en la sombra)

Ramón tenía mucha pasta y ganas de putear. La verdad es que le dió mucha vidilla al juego y hubo más que una risa. Sobre todo cuando Nino gritaba... ¡CUAL, CUAL! y yo le respondí que si era un pato! En fin, chorradas del momento, pero la verdad es que hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien. (y Nino en la sombra)

Y Nino, en la sombra, haciéndose poquito a poco con cartas de Filósofo sin que nadie se diera cuenta; apostando y obligando a los demás a pelear por no ganar.

Total que al final, en un descuido, no invoqué a una bestia que debía protegerme ante un ataque de sus cuatro tropas que vinieron volando montadas en Pegaso y así acabó la partida. Nino aterrizó en mi isla con la Metrópolis y se hizo con ella con muy poca resistencia por mi parte, por cierto.


En resumen, nos lo pasamos fenomenal. Las 3 horas que duró el juego se pasaron en nada, excepto para Ana que se empeñó en hacer lo imposible por que alguien ganara.

Este juego es uno de mis favoritos. Súper equilibrado, siempre puedes hacer algo y hay que estar muy atento a todos los demás ya que con un mínimo descuido, alguien gana.

Tiene estrategia, poco o ningún azar y muchas posibilidades de ganar.

Para mí está entre los tres mejores.

Enhorabuena Nino, ¡eres todo un friki!

Nino 3
Ramón 1
Mario, Ana, Antonio e Isabel (no te olvidamos) 0

2 comentarios:

  1. confirmado, el viernes se nos une Mia Tse Tung para un Descent!!
    ¿y si intentamos empezar a las 9 en punto?
    ya se, ya sé, que hay algunos que se dedican a esperar, es una propuesta!!

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  2. Por mí OK, pero Antonio... no sé, no sé... ¿Nos pinchas la música o mejor aún nos la tocas (la música, guarro!)?

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